La importancia de la limpieza se debe equilibrar en el contexto de la gestión ambiental. Se deben documentar y seguir meticulosamente los procedimientos y el mantenimiento de salas limpias. Para establecer un protocolo de limpieza de salas limpias eficaz, se deben atender las siguientes preguntas:
- Qué superficies requieren limpieza?
- ¿Qué nivel de limpieza es necesario?
- ¿Cómo se medirá la limpieza?
- ¿Qué materiales de limpieza se deberían usar para cada procedimiento o área?
- ¿Cuándo se debe realizar la limpieza?
- ¿Con qué frecuencia se debe realizar la limpieza?
Aún más, es fundamental considerar las distintas fuentes de contaminación, como desprendimientos del personal (como piel, pelusas de ropa y fibras de cabello), humedad, sudor, cosméticos y posible contaminación de paredes, pisos y cielos rasos. Además, el protocolo debería considerar derrames, fugas, fragmentos, escamas, fluidos, residuos, escombros y la desgasificación de plastificantes de herramientas y procesos. Finalmente, se debe considerar cuidadosamente la contaminación potencial por objetos traídos a la sala limpia, lo que incluye la transferencia por contacto y pasos.
Consulte con su gerente de Salud, Seguridad y Medioambiente (EHS), quien se asegura de que las prácticas y condiciones laborales de la empresa o institución cumplan con los reglamentos de salud, seguridad y medioambientales, mientras también mantiene la seguridad. Sus responsabilidades a menudo incluyen la creación e implementación de protocolos, programas y procedimientos de seguridad para proteger a los empleados y al entorno de sala limpia.